sábado, 22 de maio de 2010

Vigilia de Pentecostés

"Envía tu Espíritu Santo, que produce una creación nueva, renovada y podrás ver la faz de la tierra!" (Salmo 103, 30-33).

La Vigilia de Pentecostés, no es como la mayoría de las vigilias, un día de preparación para el partido, sino que es ya el comienzo del partido y celebrar con una anticipación de los eventos más importantes en la historia mundial: la fundación de la Iglesia realizada por Espíritu Santo.

La misa también hace referencias a los neófitos, que este día recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana. La preparación de la fiesta anual de Pentecostés nos ayudará a mantener vivo en nosotros un espíritu nuevo recibido en el Bautismo y la Confirmación.

El Espíritu Santo que Jesús prometió enviar a la tierra (Juan 14, 15-21) para renovar, en un modo especial sobre los creyentes en el día de la confirmación, como se dijo en Juan 7, 38 39, que dice: "El pasado día, que es el día de la fiesta, Jesús se levantó y gritó: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como la Escritura: De su interior correrán ríos de agua viva" (Zacarías 14,8; es 58.11). Dicho esto, refiriéndose al Espíritu que recibirían los que creen en él, y no había sido dado el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado. " Sobre el Bautista y los discípulos en Efeso, tan fuerte (Hechos 19, 1-8), en las almas, de modo íntimo y tranquilo".

El divino Paráclito es el dulce huésped de todo nuestro ser. Sólo a través del mismo se incorporan en el Cuerpo Místico, tenemos la gracia de hacer el bien y evitar el mal podemos purificar nuestras almas la suciedad del pecado.

Faria Marcos Vinicius de Moraes

Bibliografía:

JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176a edición. São Paulo: Editora Ave María, 2007.

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