"Envía tu Espíritu Santo, que produce una creación nueva, renovada y podrás ver la faz de la tierra!" (Salmo 103, 30-33).
La Vigilia de Pentecostés, no es como la mayoría de las vigilias, un día de preparación para el partido, sino que es ya el comienzo del partido y celebrar con una anticipación de los eventos más importantes en la historia mundial: la fundación de la Iglesia realizada por Espíritu Santo.
La misa también hace referencias a los neófitos, que este día recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana. La preparación de la fiesta anual de Pentecostés nos ayudará a mantener vivo en nosotros un espíritu nuevo recibido en el Bautismo y la Confirmación.
El Espíritu Santo que Jesús prometió enviar a la tierra (Juan 14, 15-21) para renovar, en un modo especial sobre los creyentes en el día de la confirmación, como se dijo en Juan 7, 38 39, que dice: "El pasado día, que es el día de la fiesta, Jesús se levantó y gritó: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como la Escritura: De su interior correrán ríos de agua viva" (Zacarías 14,8; es 58.11). Dicho esto, refiriéndose al Espíritu que recibirían los que creen en él, y no había sido dado el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado. " Sobre el Bautista y los discípulos en Efeso, tan fuerte (Hechos 19, 1-8), en las almas, de modo íntimo y tranquilo".
El divino Paráclito es el dulce huésped de todo nuestro ser. Sólo a través del mismo se incorporan en el Cuerpo Místico, tenemos la gracia de hacer el bien y evitar el mal podemos purificar nuestras almas la suciedad del pecado.
Faria Marcos Vinicius de Moraes
Bibliografía:
JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176a edición. São Paulo: Editora Ave María, 2007.
La Vigilia de Pentecostés, no es como la mayoría de las vigilias, un día de preparación para el partido, sino que es ya el comienzo del partido y celebrar con una anticipación de los eventos más importantes en la historia mundial: la fundación de la Iglesia realizada por Espíritu Santo.
La misa también hace referencias a los neófitos, que este día recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana. La preparación de la fiesta anual de Pentecostés nos ayudará a mantener vivo en nosotros un espíritu nuevo recibido en el Bautismo y la Confirmación.
El Espíritu Santo que Jesús prometió enviar a la tierra (Juan 14, 15-21) para renovar, en un modo especial sobre los creyentes en el día de la confirmación, como se dijo en Juan 7, 38 39, que dice: "El pasado día, que es el día de la fiesta, Jesús se levantó y gritó: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como la Escritura: De su interior correrán ríos de agua viva" (Zacarías 14,8; es 58.11). Dicho esto, refiriéndose al Espíritu que recibirían los que creen en él, y no había sido dado el Espíritu, porque Jesús no había sido aún glorificado. " Sobre el Bautista y los discípulos en Efeso, tan fuerte (Hechos 19, 1-8), en las almas, de modo íntimo y tranquilo".
El divino Paráclito es el dulce huésped de todo nuestro ser. Sólo a través del mismo se incorporan en el Cuerpo Místico, tenemos la gracia de hacer el bien y evitar el mal podemos purificar nuestras almas la suciedad del pecado.
Faria Marcos Vinicius de Moraes
Bibliografía:
JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176a edición. São Paulo: Editora Ave María, 2007.
Nenhum comentário:
Postar um comentário