quarta-feira, 26 de maio de 2010

Miércoles de los templos de Pentecostés

"Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y el aliento de su boca todos sus ejércitos" (Salmo 36, 6).

La acción del Espíritu Santo puede ser externa e interna. La parte de las maravillas y los milagros y extranjeros, dones extraordinarios y las gracias, que está investigando en todos los tiempos y lugares de la Iglesia, pero fueron más frecuentes en los primeros tiempos del cristianismo (Hechos. 2, 14-21). Por lo general, el Paráclito lleva a efecto la santificación de las almas con la acción en el interior, a través de los sacramentos, especialmente la Sagrada Eucaristía, la oración y buenas obras (Juan 6, 44-52). Para recibir la acción del Espíritu Santo es la pureza de corazón necesarias, la sencillez y la humanidad de la mente, la vida interior, ardiente caridad hacia Dios y hacia los demás, el desapego de las cosas terrenales.

Faria Marcos Vinicius de Moraes

Bibliografía:

Gramaglia, el padre. Ireneo; Dalbosco, fr. Pascoal. Misal Romano. 3 edición. San Paulo: Editores de Paulina, 1963.

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