sábado, 29 de maio de 2010

Sábado de los templos de Pentecostés

"¡Oh Señor Dios mío, clamo a ti día y noche lo lleve a mi pesar. Ven a ti mi oración, inclina tu oído a mi oración." (Salmo 87, 2-3).



Al final de los tiempos Pascal y la octava de Pentecostés, la Iglesia nos da algunas recomendaciones:

1: gracias al Espíritu Santo todos los regalos y las cosas del cielo que prescindir de tanta libertad;

2: siempre ser fiel a la inspiración y el movimiento del Paráclito, que son misteriosos, íntimo y diverso en cada cristiano, como antífona de la comunión declaró: "El Espíritu sopla donde quiere, nos encontramos con su voz, pero no se sabe donde viene ya dónde va "(Juan 3, 8);


3: acercarse a la comunión en el tiempo de la sequía, cómo el fervor espiritual y la alegría no están obligados a recibir a Jesús en la Eucaristía.

Faria Marcos Vinicius de Moraes

Bibliografía:

JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176 edición. San Paulo: Editora Ave María, 2007.


Gramaglia, el padre. Ireneo; Dalbosco, fr. Pascoal. Misal Romano. 3 edición. San Paulo: Editores de Paulina, 1963.

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