"Ha llegado el momento: Jesús, el Hijo del Hombre será glorificado" (Liturgia de las Horas, 1995, p. 307).
Consta de dos domingos inmediatamente anterior a la Pascua, el tiempo de la Pasión fue esbozada en el siglo VII, cuando comenzó a dar mayor importancia al misterio de la cruz. El segundo domingo de la Pasión o Domingo de Ramos, el primer día de Semana Santa, revela el carácter de las oraciones y lecturas de Cuaresma.
En el momento de la Pasión, la Santa Iglesia revive la escena del Calvario. Se describen, a veces dramáticamente, el odio y las conspiraciones de los Judios, que buscan matar a Jesús, el justo e inocente. Organización para la Cooperación sobre la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, realizado en la Ultima Cena. Celebra los misterios dolorosos de la Pasión y Muerte de Jesucristo, que revela su amor infinito por nosotros.
La Pasión de Cristo, el ejemplo y la enseñanza. "Ejemplo de paciencia y resignación; la enseñanza que nos lleva a aceptar con amor los sufrimientos y las pruebas de la vida. Las almas generosas y ferviente buscar, en efecto, seguir a Jesucristo con el sacrificio y el sacrificio de sí mismos "(Dalbosco, 1963, p. 356). Y así todo lo posible para permanecer en un estado de gracia, para observar los mandamientos de Dios. El cumplimiento de los deberes del propio estado, mortificar a sus propias inclinaciones desordenadas y profesar, con coraje, su fe, incluso entre los no creyentes. El sacrificio y el sacrificio llevan al paciente y generosa aceptación de las cruces, la adversidad, las contradicciones, las preocupaciones, el dolor, la angustia, la incomodidad, la separación, la privación, la calumnia, la persecución, la miseria, la enfermedad y el dolor. "El sacrificio y la inmolación se mueven, además, no las mortificaciones voluntarias impedir el cumplimiento de los deberes y que no sean perjudiciales para la salud" (Dalbosco, 1963, p. 356-357).
Jesús aplica los frutos de su sacrificio sólo a aquellos que están asociadas con ella, porque este divino sacrificio, produce su efecto cuando se combina con nuestra oferta.
Esta vez, tratar de revivir la pasión, la meditación y la contemplación, todos los momentos de la vida del Salvador.
La Liturgia de la Pasión de tiempo tiene una característica especial que me encanta.
El primero para garantizar el crucifijo y las imágenes del altar. Se deriva probablemente de la utilización, ya probado en el siglo IX, para extender un velo ante la prebistério desde el comienzo de la Cuaresma. "Este rito recuerda a los fieles a recibir la ceniza en la frente, se convirtió, penitentes y por lo tanto no merecen ver las ceremonias del Santo Sacrificio. Es una señal simbólica de la tristeza, la dignidad del Tiempo, y expresa el ocultamiento de la divinidad de Cristo, que así les permite ser maltratados, humillados y perseguidos por sus criaturas "(Dalbosco, 1963, p.357).
Faria Marcos Vinicius de Moraes
Bibliografía
Gramaglia, fr. Ireneo; Dalbosco, fr. Pascoal. Misal Romano. 3 Edición. San Pablo: Pauline Editores, 1963.
_________ Liturgia de las Horas, Vol. III. 2 Edición. San Pablo: Editora Ave Maria / Paulus / Pauline y Voces, 1996.
Consta de dos domingos inmediatamente anterior a la Pascua, el tiempo de la Pasión fue esbozada en el siglo VII, cuando comenzó a dar mayor importancia al misterio de la cruz. El segundo domingo de la Pasión o Domingo de Ramos, el primer día de Semana Santa, revela el carácter de las oraciones y lecturas de Cuaresma.
En el momento de la Pasión, la Santa Iglesia revive la escena del Calvario. Se describen, a veces dramáticamente, el odio y las conspiraciones de los Judios, que buscan matar a Jesús, el justo e inocente. Organización para la Cooperación sobre la institución de la Eucaristía y el sacerdocio, realizado en la Ultima Cena. Celebra los misterios dolorosos de la Pasión y Muerte de Jesucristo, que revela su amor infinito por nosotros.
La Pasión de Cristo, el ejemplo y la enseñanza. "Ejemplo de paciencia y resignación; la enseñanza que nos lleva a aceptar con amor los sufrimientos y las pruebas de la vida. Las almas generosas y ferviente buscar, en efecto, seguir a Jesucristo con el sacrificio y el sacrificio de sí mismos "(Dalbosco, 1963, p. 356). Y así todo lo posible para permanecer en un estado de gracia, para observar los mandamientos de Dios. El cumplimiento de los deberes del propio estado, mortificar a sus propias inclinaciones desordenadas y profesar, con coraje, su fe, incluso entre los no creyentes. El sacrificio y el sacrificio llevan al paciente y generosa aceptación de las cruces, la adversidad, las contradicciones, las preocupaciones, el dolor, la angustia, la incomodidad, la separación, la privación, la calumnia, la persecución, la miseria, la enfermedad y el dolor. "El sacrificio y la inmolación se mueven, además, no las mortificaciones voluntarias impedir el cumplimiento de los deberes y que no sean perjudiciales para la salud" (Dalbosco, 1963, p. 356-357).
Jesús aplica los frutos de su sacrificio sólo a aquellos que están asociadas con ella, porque este divino sacrificio, produce su efecto cuando se combina con nuestra oferta.
Esta vez, tratar de revivir la pasión, la meditación y la contemplación, todos los momentos de la vida del Salvador.
La Liturgia de la Pasión de tiempo tiene una característica especial que me encanta.
El primero para garantizar el crucifijo y las imágenes del altar. Se deriva probablemente de la utilización, ya probado en el siglo IX, para extender un velo ante la prebistério desde el comienzo de la Cuaresma. "Este rito recuerda a los fieles a recibir la ceniza en la frente, se convirtió, penitentes y por lo tanto no merecen ver las ceremonias del Santo Sacrificio. Es una señal simbólica de la tristeza, la dignidad del Tiempo, y expresa el ocultamiento de la divinidad de Cristo, que así les permite ser maltratados, humillados y perseguidos por sus criaturas "(Dalbosco, 1963, p.357).
Faria Marcos Vinicius de Moraes
Bibliografía
Gramaglia, fr. Ireneo; Dalbosco, fr. Pascoal. Misal Romano. 3 Edición. San Pablo: Pauline Editores, 1963.
_________ Liturgia de las Horas, Vol. III. 2 Edición. San Pablo: Editora Ave Maria / Paulus / Pauline y Voces, 1996.
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