"Aclama a Dios, nuestra ayuda! ¡Alabado sea el Dios de Jacob! Cuando el arpa canta una canción de la alegría" (Salmo 80: 2-3).
La bondad infinita de Dios al hombre superado incluso nuestros deseos, que nos da también que no se merecía, como la oración del día: "¡Oh Dios todopoderoso y eterno, cuya bondad supera infinitamente todo lo que merecen y desean, hacer que nos otorga su misericordia, que perdona las faltas que nuestra conciencia tiene miedo y que nos da las gracias que no nos atrevemos a pedirle" (Dalbosco, 1963, p. 716-717). Para dar medicamentos para el pecado original y todas sus consecuencias y restablecer la justicia en la primitiva. Jesucristo se encarnó, murió y resucitó, le dio los sacramentos, puso de manifiesto las verdades eternas (I Corintios 15, 10-10) y estableció la Iglesia. Por tanto, debemos elevar a Dios un himno de alabanza con alegría y gratitud, como dice el salmista: "Te exaltaré, Señor, ¿por qué me libre, y no permitiste que mis enemigos se regocijan a mi costa. Señor, tu llorabas y me curastes" (Salmo 29: 2-3) y como un signo de nuestra esclavitud y nuestra lealtad, debemos pagarle, como los sordomudos, los familiares y las multitudes (los Macabeos 7, 31 -37), el culto que le es debido, aunque el desprecio de los impíos. Es necesario que superemos el respeto humano, la culpa es asistir a las funciones religiosas, para orar en público y hacer la señal de la cruz.
El culto
La adoración es la declaración de la excelencia y la soberanía de Dios y nuestra total dependencia de estas por los actos externos, como de rodillas, procesiones, etc ... (Culto externo) y los pensamientos internos, sentimientos, y etc ... (Adoración interior), como el Catecismo de San Pío X: "Es el primer mandamiento con el ejercicio del culto interno y externo. El hogar es el culto que se presta a honrar a Dios con sólo las facultades del alma que está con la inteligencia y la voluntad. La adoración externa es el tributo que se presta a Dios a través de los actos de los objetos exteriores y sensibles "(Catecismo de San Pío X, 1905, p. 352-354).
liturgia de adoración pública o cuando se le da a Dios en nombre de la Iglesia, a través de sus ministros (Misa, la Liturgia de las Horas, bendiciones, etc ...); es privada y en otros casos (Rosario, Vía Crucis, etc .. .) es absoluta cuando se dirige directamente a Dios, la Virgen y los Santos; es relativa cuando vas a un cuadro o una estatua, es sencillo cuando honrar a Dios en sí mismo, cuando el honor de la Virgen indirectos y de los Santos .
El culto de latría (adoración) se dirige a Dios, a hiperdulía (veneración de la Virgen) y la dulía o (de la veneración a los santos). También dirigen el culto a la Virgen y los Santos, se refiere indirectamente a Dios.
Los actos de culto son: la devoción (se ofrecen a Dios), la oración, la adoración, el sacrificio, el voto y juramento.
¿Es la ignorancia lo contrario, la apostasía (abandono de la fe), la herejía, la duda y culpable de las verdades de la fe.
Marcos Vinícius Faria de Moraes
Bibliografia:
GRAMAGLIA, pe. Irineu; DALBOSCO, fr. Pascoal. Missal Romano. 3ª Edição. São Paulo: Editoras Paulinas, 1963.
JARUSSI, p. Gerardus. Bíblia Ave Maria. 176ª Edição. São Paulo: Editora Ave Maria, 2007.
PIO X, São. Terceiro Catecismo Da Doutrina Cristã. São Paulo. Disponível em: http://www.win2pdf.com/. Acesso em: 07 de Agosto. 2010.
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