"¡Oh Señor Dios nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Su Majestad se extiende, triunfal, sobre todos los cielos."
En medio de tantos enemigos que amenazan a la salvación eterna de nuestras almas, como dice el salmista: "Dios mío, líbrame de las manos de mis enemigos, líbrame de los que se levantan contra mí" (Salmo 52, 2), el Señor viene a nuestro rescate con su gracia, que no permite que seamos tentados más allá de nuestro poder (I Corintios 10, 6-13).
El llanto de Jesús sobre Jerusalén que los romanos, encabezados principalmente por Tito Vespasiano, entonces, el hierro y el fuego y la destrucción total (Lucas 19, 41-47), está de luto por la figura del Salvador a todos los que se rebelan en contra de su amor que persisten en cerrar el mal, en el oído a todos los de su recurso de casación y lo rechazan la gracia.
Ni dejar que cualquier demora debemos volver a llorar por nuestros pecados y vuelven a Jesús misericordioso, que no quiere hablar en contra de la pena de condenación eterna.
La Gracia
Por la gracia de los medios de los favores y beneficios dones que Dios da libremente con un hombre menos por su amabilidad, como enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: "La gracia es una participación en la vida divina, nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria" (Catecismo de la Iglesia Católica, 2000, p. 1997). Hay gracias naturales que hacen referencia a esta vida y lo sobrenatural que se refieren a la vida eterna. La gracia sobrenatural puede ser:
Santificante, que es el don sobrenatural, el libre albedrío y el alma inherente que nos hace santos y justos, los amigos y los hijos adoptivos de Dios, hermanos de Jesucristo, y herederos del cielo, como el Catecismo de San Pío X: "La gracia santificante es un don sobrenatural, inherente a nuestra alma que nos hace justos, hijos adoptivos de Dios y herederos del cielo "(Catecismo de San Pío X, 1905, p. 526). Esta gracia se recibe en el Bautismo y la Penitencia y de aumentos en los demás sacramentos, las buenas obras y la oración;
Sacramental que es la misma gracia santificante, que autoriza a la gracia y la ayuda especial de cada sacramento como se indica en el Catecismo de San Pío X: "La gracia sacramental es el derecho que se adquiere mediante la recepción de algún sacramento, para tener en forma oportuna las gracias reales necesarias para cumplir las obligaciones que se derivan de Sacramento recibido »(Catecismo de San Pío X, 1905, p. 535).
Actual es una ayuda sobrenatural y transitorio con el que Dios ilumina nuestra mente y llegar a ser capaces de hacer buen momento y evitar el mal, a momento. La gracia actual es necesario que cada acción y cada pensamiento, como el Catecismo de San Pío X: "La gracia actual es un don sobrenatural que ilumina nuestras mentes, se mueve y fortalece nuestra voluntad, de modo que y vamos a hacer el bien evitar el mal "(Catecismo de San Pío X, 1905, p. 530).
Marcos Vinícius Faria de Moraes
Bibliografia:
JARUSSI, p. Gerardus. Bíblia Ave Maria. 176ª Edição. San Pablo: Editora Ave Maria, 2007.
GRAMAGLIA, pe. Irineu; DALBOSCO, fr. Pascoal. Missal Romano. 3 Edição. San Pablo: Editoras Paulinas, 1963.
PIO X, São. Terceiro Catecismo Da Doutrina Cristã. São Paulo. Disponível em: http://www.win2pdf.com/. Acesso em: 22 Julho. 2010.
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