quarta-feira, 7 de julho de 2010

Pura mentes

"Al oír esto, los escribas murmuraban entre sí:" Este hombre blasfema. "Jesús, penetrando lhaes pensamientos, les preguntó:" ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones " (Mateo 9, 3-4).


Cuando se promueve la curación del paralítico, todas las personas que estaban allí tuvieron la oportunidad de tomar parte en él. Jesús, por supuesto, era que tenía la cura y perdonó los pecados del hombre (Mateo 9, 2). Pero los amigos del hombre tenía fe suficiente como para tomarle a Él (Mateo 9, 2), el hombre tuvo la valentía de arrepentirse y recibir el perdón de Jesús por sus pecados (Mateo 9, 2). "También el público (...) glorificaron a Dios" (Mateust 9, 8). Sin embargo, los escribas, que también vio de todo, podría haber participado a través de la fe, el arrepentimiento y adoración, pero demostraron no creyentes, y el pensamiento "(...) mal en vuestros corazones" (Mateust 9, 4). Jesús sabía que lo acusaron de blasfemia, que les hizo oponentes de la curación y el perdón (Mateo 9, 3).

¿Cómo son tus pensamientos? Ellos son la paz, o la angustia? (Jeremías 29, 11) Ellos dan gloria a Dios, o un soplo en su contra? El Señor puede leer nuestra mente, y nada escapa a él: por lo tanto si no los muestran para mí de manera explícita, que nuestros pensamientos pueden acercarnos o lejos de las obras de Dios. Por lo tanto, nuestros pensamientos deben ocupar sólo "(...) todo lo que es honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, todos los lo que es virtuoso y digno de alabanza, que es lo que deben ocupar sus pensamientos "(Filipenses 4, 8). Por lo tanto, "la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y en vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4, 7).

Marcos Vinícius Faria de Moraes


Bibliografía:


JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176 edición. San Pablo: Editora Ave María, 2007

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