"Mi Señor y mi Dios" (Juan 20, 28).
San Tomé, llamado Dídimo (es decir, gemelos), fue un galileo grosero, pero de corazón y ardiente. Estaba familiarizado con el Salvador, que fue el apóstol, como dice el salmista: "Usted me hizo saber, Señor, qué grande honor reservado a sus amigos, y la fuerza de su poder" (Salmo 138, 17) y la fundación de Iglesia (Efesos 2, 19-22). Es conocido por su falta de fe en la Resurrección de Jesús, lo que le valió una reprimenda formal. Thomas le pidió perdón, en protesta por su fe con las palabras que se hizo célebre: "¡Señor mío y Dios mío" (Jn 20, 28).
San Tomé, ruega por nosotros!
Faria Marcos Vinicius de Moraes
Bibliografía:
JARUSSI, P. Gerardus. Biblia Ave María. 176 edición. San Pablo: Editora Ave María, 2007.
Nenhum comentário:
Postar um comentário