sábado, 12 de junho de 2010

Inmaculado Corazón de María

"Mi alma glorifica al Señor, se alegra mi espíritu dealegria en Dios mi Salvador" (Lucas 1, 46-47).


La devoción al Corazón Inmaculado de María en la época patrística germinó y se desarrolló en la Edad Media y en los tiempos modernos a través de la obra de San Bernardo, San Gertrudis, Santa Brígida, San Bernardino de Siena y San Juan Eudes. Este último fue el más grande apóstol de la devoción del Corazón de María, y en 1648 logró que el partido del obispo de Autun (Francia). La Santa Sede lo ha demostrado favorablemente en el siglo XIX, hasta que en 1805 Pío VII concedió la celebración de las diócesis y congregaciones religiosas que le hizo petición. Más tarde (1855), Pío IX aprobó la Misa y el Oficio propio. Durante la última gran guerra (08 de diciembre 1942). Pío XII hizo la consagración de la Iglesia y toda la humanidad al Corazón Inmaculado de María, y tres años más tarde (1945), extendió la fiesta a la Iglesia universal.

El objeto de esta fiesta del Corazón Inmaculado de María es su propia persona. El objetivo secundario es el corazón simbólico, es decir, el corazón físico de la Virgen, como es el símbolo de su amor y toda tu vida íntima. El Corazón Inmaculado de María es la expresión de todos sus afectos más santos, y sobre todo su ardiente caridad hacia Dios, y con su Hijo por todos los hombres, solemnemente confiada por Jesús muriendo.

La liturgia de la Misa sugiere alabanza y acción de gracias al Señor por habernos dado una Madre tan poderoso y misericordioso, a las que podemos, conducir con seguridad en cualquier necesidad. Inspire nosotros, sino otro, que llevaba una vida de acuerdo al corazón de Dios y pedir a la Santísima Virgen la llama de una ardiente caridad.

Faria Marcos Vinicius de Moraes

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